Fundada por una cuadrilla de amigos “rabaleros” que después de las jornadas de trabajo se reunían en el susodicho barrio, y animados por el surgir de esas nuevas “peñas”, decidieron tomar parte creando la Peña el Trago en 1948. La aparición del toro, que en un principio era un pequeño carro donde poder llevar bebida sin miedo a que se rompiesen los cántaros, se convertiría en una actividad más del barrio, pies en el arreglo o fabricación del mismo, intervenía gran parte del barrio. Aunque hubo un periodo de intermitencia, pues cuando esos jóvenes tenían otras obligaciones, no pudieron juntarse aunque enseguida se les recogió el testigo.
Aunque un periodo breve de tiempo pasó a llamarse “Los Cosacos”, los componentes eran los mismos que habían pertenecido al antiguo Trago, pero en aquel momento les hizo caso “vamos a beber como cosacos” y rebautizaron la peña. Pero en 1977, pasa a llamarse de nuevo El Trago, seguían siendo los mismos y las mismas dinámicas, pues la evolución de la peña se realiza con respecto a la fiesta.
Lejos quedan los días de ir a por “bardas” y subir a por ponche a Valdecebro, pues con aires renovados, porque la evolución de la vaquilla es más que evidente, sigue teniendo esa esencia y sentimiento de hermandad con el que nació. El Trago sigue formando parte de ese compendio vaquillero que hace vibrar y transformarse una ciudad en un sentimiento común a todos los turolenses, pues la sonrisa es la imagen más común en las caras de todos ellos.